martes, 24 de febrero de 2015



LAS TRES HUEVERAS CASERAS


En una casita de campo vivían tres hueveras caseras.

La primera se llama “Lucera”, es una huevera que está siempre muy contenta. Es sirvienta y lleva una buena vestimenta. Le gusta compartir, escuchar y sentir. Es amable, expresa su opinión siempre desde el corazón. Con ésta actitud tan positiva, cada vez es más querida en su clase y en la familia. Cultiva la amistad, acepta y respeta a los demás.

La segunda huevera se llama “Madera”, tiene ojeras de tanto llorar se siente sola y no le gusta hablar. Su actitud es pasiva, no se mueve ni de la silla.
“Madera” siente vergüenza, se cansa con facilidad y agota con su actitud a los demás. Suerte que “Lucera” siempre está ahí.

La tercera se llama” Chichonera” ésta es una huevera guerrera. Grita y grita para hablar ah, ah, ah.
Esta es la historia contada de las tres hueveras caseras, “Lucera”, “Madera” y “Chichonera” variadas conductas para que aprendas a elegir qué tipo de actitud es la que te gusta a ti.
Recuerda adquirir la  que te haga feliz.


sábado, 21 de febrero de 2015

Botón, botonito, bonito

Había una vez una hermosa costurera. Era muy pobre y estaba sola. Cosía y cosía sin parar preciosos vestidos para ir al altar.

Un dia descubre una cajita escondida en el bolsillo de un delantal y dijo: - qué cajita tan bonita!

Al abrirla ve botones de colores nunca vistos... son colores 

fosforitos! que resaltan en la oscuridad... como las luces de neón!

Uno, dos, tres, cuatro,cinco y seis cosió y cosió y formó una bella flor.

Estaba tan contenta que pensó que podía hacerse una pulsera, un collar y otras cosas más.

Entre tanto botón había una excepción, un botón, botonito bonito que saltó de la caja con un brinco. A la costurera le extrañó que cobrara vida ese botón.

Un botón con ojos, oídos y boca! vaya paradoja. Los ojos eran esmeraldas, los oídos diamantes y la boca rubí. 

La hermosa costurera el botón vendió y con todo lo que le dieron de riquezas se llenó.







lunes, 2 de febrero de 2015

La hermanita gruñona












Esta historia cuenta que habían dos hermanitas que no se llevaban nada bien. Andaban siempre peleando. A Marisa no le gustaba las cosas que hacía su hermana Carla.  Poner la mesa era una odisea. Marisa ayuda a su mamá todos los días, colocando las servilletas, los cubiertos, los vasos...Carla se ocupaba de tirar las servilletas al suelo y desmontar todo lo que colocaba su hermana.

Un día su mamá se puso muy triste y se preguntó: puede haber otra manera? 
todos los días a la misma hora Carla se hacia notar de esa manera tan agresiva. Carla en realidad no era mala lo que le pasaba era que no jugaba nunca con su hermana y reclamaba atención de esa manera, para hacerse notar.

A la semana siguiente estaba tan harta la mamá que se escondió en un rincon secreto de la casa. Desde el salón detrás de la chimenea veía como Marisa jugaba sola con sus muñecas y cada vez que se acercaba Carla, ésta  se daba media vuelta y no le hacía caso.

La  actitud de Marísa de no valorar a su hermanita hacía que Carla se comportara de un modo rebelde.

A la mamá se le ocurrió una idea: Dar mucho amor y comprensión a la niña rebelde, Es más empezó a jugar con ella, le enseñó a peinar a su muñeca, a vestirla y así poquito a poco Carla se sentía valorada y reconocida. Por otra parte Marísa comprendió que lo que reclamaba su hermanita era su amor. Marisa abrazó a su hermana y le prometió que nunca más iba a sentirse sola, le pidió perdón y a partir de ese día las dos hermanitas jugaban y ayudaban con alegría a su mamá.